鈴木 恵美子
HISPANICA 49(49) 67-82 2005年 査読有り
En el español de la mayor parte de Hispanoamérica se utiliza el pretérito perfecto simple con más frecuencia que en el español peninsular en los contextos en que éste exigiría los usos del pretérito perfecto compuesto. En Hispanoamérica el pretérito perfecto simple suele usarse para indicar cualquier evento terminado en el pasado independientemente de que ese evento esté lejos o no (temporal o psicológicamente) del momento del habla. El pretérito perfecto compuesto, en cambio, se limita a los contextos donde un evento o su efecto continúe hasta el momento del habla.<BR>Esta situación, a primera vista, parece indicar que el español de América mantiene un estado arcaico en cuanto a los usos de los dos tiempos verbales, puesto que en español medieval podemos encontrar ejemplos similares. En efecto, algunos estudios consideran como arcaísmo los usos americanos de los dos tiempos basándose en la semejanza que se puede observar entre los dos estados de la lengua. ¿Se trata de que había un evidente predominio del pretérito perfecto simple desde el principio de la época colonial y ese estado se ha mantenido hasta la actualidad? Para averiguarlo, en este trabajo intentamos analizar los usos de las dos formas verbales aparecidas en los documentos coloniales de los siglos XVI a XVIII escritos en seis ciudades (Santo Domingo, México, Lima, Santiago de Chile, Tucumán, Buenos Aires).<BR>Primero consideramos la relación que puede haber entre los usos verbales por una parte y el género de texto (carta, informe, etc.), el año, y el lugar de nacimiento del autor o de la autora por otra. A continuación analizamos los ejemplos fijándonos especialmente en los complementos adverbiales temporales y en los contextos.<BR>Lo que nos llama la atencion es el uso que indica un evento terminado en el "presente ampliado". En el español de América actual este uso suele expresarse con el pretérito perfecto simple. En nuestros documentós no podemos observar una clara tendencia a usarse el pretérito perfecto simple sino que, más bien, se halla una situación de "coexistencia" de los dos tiempos. Creemos que esto significa que en el principio no necesariamente había un predominio de la forma simple sino que desde dicho estado de "coexistencia", con el tiempo viene estableciéndose la distinción actual.